Plantas aromáticas ancestrales en El Carmen de Atrato: saberes que florecen
- Diego Jiménez

- 1 jul
- 2 Min. de lectura
¡Compartimos con ustedes un video muy especial!
Estuvimos en El Carmen de Atrato con Doña Rocío, una emprendedora maravillosa que, con mucho amor y dedicación, cultiva y comercializa aromáticas.
Este video lo realizamos en el marco de la convocatoria Economía Popular para el Cambio, porque creemos profundamente en el poder del emprendimiento local y en las historias que transforman comunidades.
Nos encanta apoyar estos procesos que nacen desde la tierra, el trabajo y el corazón. Antes de leer esta entrada, te brindamos el contacto de Doña Rocío para que realicen sus pedidos de hiervas aromáticas orgánicas: 3206381936.
Entre hojas y memorias: el poder ancestral de las plantas aromáticas
Colombia es un país de tierras fértiles, biodiversidad extraordinaria y tradiciones profundas. Entre los muchos tesoros que habitan nuestras montañas, selvas y llanuras, están las plantas aromáticas ancestrales: pequeñas maravillas que sanan el cuerpo y conservan la memoria de nuestros pueblos.
Para muchas comunidades rurales e indígenas, las plantas aromáticas son aliadas en la salud, la cocina y la espiritualidad. Usadas desde tiempos prehispánicos, estas plantas han sido transmitidas de generación en generación, muchas veces de forma oral, como parte de una medicina natural que aún hoy sigue viva.
Plantas como el paico, la ruda, la hierbabuena, el toronjil, la altamisa o el eucalipto, han estado presentes en remedios caseros, limpias energéticas, infusiones para el descanso o la digestión, y rituales de protección. Cada una guarda una historia, una receta y un sentido.
Hoy, muchas mujeres campesinas y emprendedoras, como Doña Rocío en El Carmen de Atrato, están recuperando estos saberes para crear productos con identidad propia: infusiones, aceites, ungüentos y ramos medicinales que se cultivan con respeto por la tierra y por la tradición.
Este renacer de las plantas aromáticas aporta a la economía local y también fortalece el tejido comunitario, protege la biodiversidad y revaloriza lo que por años fue invisibilizado: la sabiduría popular.
Apoyar estos emprendimientos es también apoyar una forma distinta de ver la salud, la economía y el cuidado del planeta. Es reconocer que nuestras raíces pueden guiarnos hacia un futuro más sostenible y en armonía con la naturaleza.




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